
Hace un poco más de dos años
escribí Aprendiendo a manejar sincrónico desde entonces han pasado muchas
cosas, entre ellas, aprendí a manejar sincrónico!!!, parece increíble pero lo
logré, gracias a la insistencia de mi novia, actualmente mi esposa, logré
aprender. Ella me dijo que no podía ser que yo me dejara dominar por el miedo,
y tanto dió el agua al cántaro hasta que se rompió. Bueno mi primera salida
fuera del municipio Sucre, fué a un cumpleaños del hijo de un amigo en el
cafetal. Eso fué de día, y no bebí mucho porque me daba miedo.
Poco después vino mi primer encuentro bloguero que fué en casa del Sr. Fran Monroy, ese si era un poquito más tarde y a pesar de que llegué de día, me tuve que ir de noche y aunque no iba en planes de beber ( los que han ido a una reunión de blogers, saben que son todos mala conducta) , salí paloteado. Pues resulta que manejar en un dudoso esta de sobriedad fué el santo remedio, ese día le perdí el miedo por completo a manejar sincrónico (si no me pasó nada medio rascado, no me iba a pasar nada bueno y sano).
Poco después vino mi primer encuentro bloguero que fué en casa del Sr. Fran Monroy, ese si era un poquito más tarde y a pesar de que llegué de día, me tuve que ir de noche y aunque no iba en planes de beber ( los que han ido a una reunión de blogers, saben que son todos mala conducta) , salí paloteado. Pues resulta que manejar en un dudoso esta de sobriedad fué el santo remedio, ese día le perdí el miedo por completo a manejar sincrónico (si no me pasó nada medio rascado, no me iba a pasar nada bueno y sano).
Después de haber dominado la
Selva de asfalto, se me había quedado pequeña la ciudad, así que decidí
emprender un viaje con el carrito europeo, y terminé en la península de
paraguaná en un pueblito llamado Adícora, si la rumba bloger fué mi graduación,
el viaje fué la maestria. Ya había superado todos mis temores y me sentía como
Alonso al volante, claro menos el carro de formula 1.
Hoy en día mi comodidad con
los carros sincrónicos es tal, que tuve la oportunidad de comprar otro carro
nuevo, y lo compré sincrónico. No hay duda, se tiene mayor control sobre el
carro, en carros pequeños se le saca más provecho a la máquina, los frenos
duran una eternidad, y el precio de un carro sincrónico es mucho menor que el
de un automático.
Quiero agradecerle a toda la
gente que durante estos dos años, ha compartido sus historias conmigo y que de
alguna forma u otra, me han dado ánimo. Hoy yo quiero darle ánimo a Adriana y a
Coqueta que se encuentran actualmente donde me encontraba yo, así que ánimo
chicas. Si se puede es sólo cuestión de determinación!!.
Además a quién esté buscando
carro, de corazón les recomiendo los fiat, los mejores carros que he tenido, el
Fiat Uno 98 EDX y actualmente el Palio Fire.
Pd: Si dios quiere,
escribiré otro post cuando mi esposa querida, vuelva a retomar su clases de
manejo en Julio.